Si una cosa parece clara es que la medicina convencional no ofrece soluciones convincentes para Síndrome de Fatiga Crónica. El SFC se caracteriza por una fatiga severa y duradera que no se alivia con el descanso o el sueño y que es agrava después de un esfuerzo o del ejercicio, no existe un tratamiento que ofrezca una cura o incluso un alivio real de estos síntomas debilitantes. La presentación de síntomas en el SFC es muy amplia y hay una variabilidad muy importante entre individuos, cada uno presenta sus los suyos propios, hay síntomas comunes y otros que difieren. Estas diferencias hacen cada caso sea especial, único, y es precisamente por esto que la homeopatía es una opción muy interesante para el tratamiento, ya que ofrece un tratamiento individualizado que acostumbra a presentar mejoras considerables es este tipo de dolencia.
Los homeópatas tomamos mucho tiempo para entender cada enfermo, como siente y como vive las dolencias y porqué. La mayoría de las veces no hay una sola razón, sino varias, y escrutamos los caminos que llevaron a enfermar. Preguntamos detalles, sensaciones, horarios específicos de los síntomas, el estado de salud antes de enfermar, enfermedades pasadas como cualquier infección ya sea bacteriana y viral que haya tenido, tratamientos y vacunas que haya tomado.
Basándose en estos síntomas individualizados, esa forma singular de sentir y vivir la enfermedad, valoramos el estado de salud del paciente y trazamos la mejor estrategia para estimular al organismo para poder restablecer la salud de la manera más suave y rápida posible. Elegimos el remedio que mejor se adapte a la enfermedad y que puede ir variando según la evolución en cada momento. No obstante, también valoramos la posibilidad de corregir todo aquello que pueda mejorar la respuesta curativa y que permita actuar correctamente al remedio, como por ejemplo cambios en la dieta o corrección de malos hábitos. La homeopatía trata a la persona, no a la enfermedad, por eso cada caso puede precisar remedios distintos, aunque la enfermedad es la misma y cada caso diferente.
Es muy importante saber que STC suele afectar a pacientes muy sensibles, en que es importante valorar el entorno dónde viven, fuentes de contaminación, de radiación y campos electromagnéticos que puedan estar cerca el día a día. No es solo el tratamiento con el remedio homeopático, sino alejar a las personas de todo aquello que les pueda perjudicar. Las personas tienen una reacción realmente positiva a estos pequeños cambios.
Existe el mito que la homeopatía es muy lenta y que el tiempo de recuperación puede llegar ser prolongado, pero si ha estado enfermo desde hace 5 años, por ejemplo, es importante tener en mente un margen de tiempo realista, se puede iniciar la recuperación y sentirse bien de nuevo, pero no es ni en una ni en dos visitas, sino en un tiempo prudencial. El tratamiento homeopático puede mejorar considerablemente la calidad de vida y restablecer la salud, para ello hay que recorrer el camino que se ha recorrido al enfermar en sentido inverso y esto puede variar mucho de una persona a otra.
Al hablar de esta enfermedad siempre recuerdo el primer caso de SFC que traté con homeopatía, el remedio que tomó fue China officinalis, que no es lo importante, sino que fue mejorando progresivamente y tardo alrededor de un año en recuperarse, en restablecer la salud, sentirse vital de nuevo, cuando llevaba tres enferma. Son los casos como este los que me recompensan como homeópata, me hacen perseverar en este camino y me llenan de alegría.