La consulta homeopática comparte ciertos puntos con la del médico de familia, como la anamnesis, la exploración y las pruebas complementarias que sean necesarias para llegar a un diagnóstico. Es una consulta cercana, cálida y mucho más larga, en homeopatía es primordial comprender el sufrimiento del enfermo, la forma peculiar e individual en que la persona vive y siente la enfermedad. Además es esencial entender bien el contexto que rodea la su aparición, los desencadenantes.
La primera consulta con adultos suele durar alrededor de una hora, en cambio con niños a veces puede ser más rápida, ya que no hay tantos factores a tener en cuenta. La entrevista es larga y minuciosa, porque se tienen en cuenta síntomas que en otras técnicas no parecen ser tan importantes. Factores físicos como la menstruación, transpiración, ritmo intestinal, deseos alimenticios, modalidades de agravamiento o mejora, como frío y calor o el movimiento… y, a nivel mental, enojo, rabia, ira, celos, incluso los miedos o las aficiones que hablan mucho de cada persona.
Todo este trabajo de investigación y posterior análisis es fundamental, nos da información muy útil cara al diagnóstico y a la elección del remedio homeopático que pueda estimular el organismo para producir una respuesta curativa.